opinión
Buenos Aires, 22 de octubre de 2008.-
Señor Presidente de la República
D. Alvaro Uribe Velez
Carrera 8 No. 7 – 26 Palacio de Nariño
BOGOTA - COLOMBIA
Cuando participé hace unos meses en el Tribunal de los Pueblos en su país, pude tomar contacto con la terrible situación de violencia e intimidación que sufre gran parte de los luchadores sociales y las diferentes comunidades indígenas.
En esa oportunidad, cuando me preguntaron por la postulación de su persona para el Premio Nobel de la Paz, expresé que no estaba de acuerdo, porque usted no había hecho nada por la paz, usted es un guerrero, no un pacifista.
Y ahora, esta brutal e inconcebible represión policial en contra de la protesta indígena, conocida como "la minga indígena y popular por la resistencia", que se realiza en La María, a 600 kms. de Bogotá, viene a corroborar una vez más su espíritu belicista y poco propenso al diálogo.
Las tres personas fallecidas, entre las cuales se encontraba un niño, y un centenar de heridos, se suma a las 7 asesinadas en distintos lugares del país por miembros de la organización paramilitar, conocida como "Aguilas Negras", demuestran que se quiere gobernar y acallar al pueblo a través del terror y la muerte.
Sr. Presidente, decir que existen infiltrados en las manifestaciones y que éstos atentan contra la policía, resulta de una ingenuidad difícil de creer. En estas manifestaciones, los Pueblos Indígenas sólo están reclamando el derecho a sus tierras, el respeto a la autonomía de sus comunidades y el cumplimiento de acuerdos suscritos con el gobierno que usted encabeza.
Todas las personas y organizaciones que luchamos por la justicia y por un mundo en paz, levantamos nuestra voz en contra de la violencia indiscriminada y la brutalidad de sus métodos represivos. Exigimos, señor Presidente que abandone esta política de agresión contra todo el pueblo colombiano, y en este caso contra los Pueblos Originarios. Pedimos respeto y reconocimiento de sus legítimos derechos, y una reparación por toda la violencia que vienen sufriendo.
Tenga la seguridad, que nuestra voz se levantará ahora y todas las veces que fuese necesario para evitar el derramamiento de sangre y en contra de todo tipo de violencia innecesaria.
Reciba un saludo de Paz y Bien.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
Piedras 730 (1070) Buenos Aires – República Argentina Tel/Fax ( 54-11) 4361-5745 e-mail: serpaj@serpaj.org.ar
Miembro del SERPAJ América Latina, con Status Consultivo ante las Naciones Unidas ( ECOSOC ) y UNESCO
miércoles, octubre 22, 2008
jueves, octubre 02, 2008
EL HOMBRE Y LAS REVOLUCIONES MUNDIALES.
Por: CÉSAR RUIZ
El proceso evolutivo del hombre ha pasado por varias etapas las cuales lo han traído hasta donde hoy se encuentra. Miles de años de transformaciones continuas en su apariencia, de acopio de información, de conocimientos que aplica para la transformación de su entorno, ha pasado por homo erectus, neanderthal, australopitecos, pitecántropos, homo habilis y homo sapiens para luego ser homo sapiens sapiens, su cerebro se ensanchó y su capacidad de almacenamiento creció en la medida que se amplió su tejido neuronal.
Pasó de recolector nómada a sedentario para llevar a cabo la primera revolución de la historia, la denominada revolución agrícola, de un estado salvaje se pasó a un nuevo estado de barbarismo que culminó con la civilización, así fue como dejó de trasegar por territorios desconocidos para establecerse en lugares definidos donde empezó a sembrar para subsistir. Cabe mencionar que con la agricultura vino la domesticación de las especies animales, de cabras, ovejas, vacas; y cabe aclarar además que este fue un proceso que duró miles de años.
Inicialmente la agricultura era rudimentaria, diseñada para el auto consumo, no se conocían técnicas avanzadas para hacerlo pero la experiencia producto del paso del tiempo y la acumulación de errores llevó este arte a su perfeccionamiento. El hombre para poder llevar a cabo la agricultura se radicó a la rivera de los ríos, allí fue organizando grupos que paulatinamente elaboraron un sistema de normas para su supervivencia, normas elementales por supuesto, pero que en sus orígenes eran supremamente avanzadas pues mantenían la garantía de la organización social. La exploración de territorios trajo consigo un acervo que el hombre utilizó para elaborar herramientas tendientes a facilitar su trabajo; desde los orígenes de la civilización se idearon y construyeron utensilios de diversas formas que facilitaron su trabajo. Así es como los pequeños grupos bárbaros que se establecían en forma de tribus y clanes dieron paso a civilizaciones que marcaron el derrotero de las formas de organización propias de la humanidad actual.
Los continentes se poblaron, los grandes ríos alojaron en sus orillas grandes concentraciones humanas con formas de ordenación y distribución que aun se conservan o se recuerdan. Ríos como el Tigris y el Eufrates, Amarillo, Azul, Nilo, Indo, Ganges permanecieron como testigos de la tecnificación de las practicas humanas, grandes y avanzadas culturas asistieron al nacimiento de la civilización, Sumerios, Caldeos, Asirios, Arameos, Egipcios, Chinos e Indios contribuyeron después de un complejo entramado de relaciones a crear lo que es el mundo actual.
Pasado el tiempo Los pueblos asentados a las orillas del mar mediterráneo fueron las dominantes abriendo camino a lo que actualmente se denomina la civilización occidental, de allí emanó el imperio romano y el Bizantino, también España, Francia y Portugal Grandes conquistadores y colonizadores de las tierras Americanas. Países ubicados en el denominado viejo continente donde se ubica también Inglaterra otro de los grandes colonialistas e imperialistas del continente americano, este último país precursor precisamente de otra gran revolución de la historia de la humanidad, la Revolución Industrial y donde ya se había generado el mercantilismo que incubo al capitalismo que actualmente domina al mundo como sistema económico jerárquico.
La revolución industrial tuvo características bien precisas, genero las fabricas que reemplazaron a los talleres, fomento la industria siderúrgica que para el siglo 18 era incipiente, amplio las redes de transporte y expandió los mercados a niveles nunca antes vistos además de contribuir al aumento de la población en las ciudades y las grandes migraciones desde los campos. Esta revolución se desdobló y se consolido entre finales del siglo 19 y comienzos del siglo 20 ya no en Inglaterra principalmente, sino también en Francia, Alemania, Rusia, Japón, Bélgica, Estados Unidos y Holanda. La revolución tecnológica más descollante en la historia cuyos efectos se percibieron en el caótico siglo de las guerras mundiales, la guerra fría y la bipolarización del mundo.
El proceso evolutivo del hombre ha pasado por varias etapas las cuales lo han traído hasta donde hoy se encuentra. Miles de años de transformaciones continuas en su apariencia, de acopio de información, de conocimientos que aplica para la transformación de su entorno, ha pasado por homo erectus, neanderthal, australopitecos, pitecántropos, homo habilis y homo sapiens para luego ser homo sapiens sapiens, su cerebro se ensanchó y su capacidad de almacenamiento creció en la medida que se amplió su tejido neuronal.
Pasó de recolector nómada a sedentario para llevar a cabo la primera revolución de la historia, la denominada revolución agrícola, de un estado salvaje se pasó a un nuevo estado de barbarismo que culminó con la civilización, así fue como dejó de trasegar por territorios desconocidos para establecerse en lugares definidos donde empezó a sembrar para subsistir. Cabe mencionar que con la agricultura vino la domesticación de las especies animales, de cabras, ovejas, vacas; y cabe aclarar además que este fue un proceso que duró miles de años.
Inicialmente la agricultura era rudimentaria, diseñada para el auto consumo, no se conocían técnicas avanzadas para hacerlo pero la experiencia producto del paso del tiempo y la acumulación de errores llevó este arte a su perfeccionamiento. El hombre para poder llevar a cabo la agricultura se radicó a la rivera de los ríos, allí fue organizando grupos que paulatinamente elaboraron un sistema de normas para su supervivencia, normas elementales por supuesto, pero que en sus orígenes eran supremamente avanzadas pues mantenían la garantía de la organización social. La exploración de territorios trajo consigo un acervo que el hombre utilizó para elaborar herramientas tendientes a facilitar su trabajo; desde los orígenes de la civilización se idearon y construyeron utensilios de diversas formas que facilitaron su trabajo. Así es como los pequeños grupos bárbaros que se establecían en forma de tribus y clanes dieron paso a civilizaciones que marcaron el derrotero de las formas de organización propias de la humanidad actual.
Los continentes se poblaron, los grandes ríos alojaron en sus orillas grandes concentraciones humanas con formas de ordenación y distribución que aun se conservan o se recuerdan. Ríos como el Tigris y el Eufrates, Amarillo, Azul, Nilo, Indo, Ganges permanecieron como testigos de la tecnificación de las practicas humanas, grandes y avanzadas culturas asistieron al nacimiento de la civilización, Sumerios, Caldeos, Asirios, Arameos, Egipcios, Chinos e Indios contribuyeron después de un complejo entramado de relaciones a crear lo que es el mundo actual.
Pasado el tiempo Los pueblos asentados a las orillas del mar mediterráneo fueron las dominantes abriendo camino a lo que actualmente se denomina la civilización occidental, de allí emanó el imperio romano y el Bizantino, también España, Francia y Portugal Grandes conquistadores y colonizadores de las tierras Americanas. Países ubicados en el denominado viejo continente donde se ubica también Inglaterra otro de los grandes colonialistas e imperialistas del continente americano, este último país precursor precisamente de otra gran revolución de la historia de la humanidad, la Revolución Industrial y donde ya se había generado el mercantilismo que incubo al capitalismo que actualmente domina al mundo como sistema económico jerárquico.
La revolución industrial tuvo características bien precisas, genero las fabricas que reemplazaron a los talleres, fomento la industria siderúrgica que para el siglo 18 era incipiente, amplio las redes de transporte y expandió los mercados a niveles nunca antes vistos además de contribuir al aumento de la población en las ciudades y las grandes migraciones desde los campos. Esta revolución se desdobló y se consolido entre finales del siglo 19 y comienzos del siglo 20 ya no en Inglaterra principalmente, sino también en Francia, Alemania, Rusia, Japón, Bélgica, Estados Unidos y Holanda. La revolución tecnológica más descollante en la historia cuyos efectos se percibieron en el caótico siglo de las guerras mundiales, la guerra fría y la bipolarización del mundo.