miércoles, octubre 17, 2012

ANTES DEL FIN. Aproximación a la vida y pensamiento de Ernesto Sabato.

Por: CÉSAR RUIZ



...En esos bailes siniestros de enmascarados que,

 por eso, dicen o revelan verdades que no se animarían a confesar a cara descubierta.
 También los grandes carnavales de otros tiempos eran como un vomito colectivo,
 algo esencialmente sano,
 algo que los dejaba de nuevo aptos para soportar la vida, para sobrellevar la existencia...
Ernesto Sabato.

Imagen: Autorretrato de Ernesto Sabato

Vale la pena recordar una de las mentes mas brillantes de Latinoamérica, Ernesto Sabato, aquel prolífico hombre que como Erick Hobsbawm fue testigo del siglo XX, preso de sus contradicciones, encantos, desencantos, nacimientos y millones de muertes en los horribles episodios de las dos guerras mundiales y los conflictos tipo que durante la centuria convulsionaron el mundo.

Mente genial desde la infancia, lector y estudioso voraz se dejó atrapar por los misterios de la física y la matemática. De joven,en el Laboratorio Curie, después de avanzar por una fuerte inercia que su alma rechazaba, de publicar trabajos sobre rayos cósmicos en el MIT (Massachusets Institute of tecnology) donde fue becado, luego de enseñar Teoría Cuántica y Relatividad en la Universidad de la Plata a estudiantes como Mario Bunge, sintió el llamado, abandonó las matemáticas, para engrosar las filas de las artes. Debió reconocer que el honorable Dr. Jekyll comenzaba a agonizar entre las garras del satánico Mr Hyde. Gracias a dios su espíritu siempre se rigió por un movimiento pendular y de haber hecho un doctorado en Ciencias Físico matemáticas se ocupó luego en ensayos geniales, novelas estelares,  ficciones demenciales y cuadros terribles que surgían de su subconsciente, al respecto decía: "El ser humano es esencialmente contradictorio, y hasta el propio Descartes, piedra angular del racionalismo, creó los principios de su teoría a partir de tes sueños que tuvo ¡Lindo comienzo para un defensor de la razón!"

Su obra literaria y sociológica no es de generación espontánea, testigo de su tiempo, alma sensible, humano por excelencia.  La lectura vehemente apoyó su  pasión acompañante durante casi toda la vida, escribir. No el hecho de hacerlo porque sí, sino con un profundo conocimiento de causa. "Quizás ayude a encontrar un sentido de trascendencia en este mundo plagado de horrores, de traiciones, de envidias; desamparos, torturas  genocidios. Pero también de pájaros que levantan mi animo cuando oigo sus cantos, al amanecer (...) Modestisimos mensajes que la divinidad nos da de su existencia(...)Lamentablemente, en estos tiempos en que se ha perdido el valor de la palabra  también el arte se ha prostituido, y la escritura se ha reducido a un acto similar al de imprimir papel moneda". Esa escritura consciente, trascendente, contaminada de anhelo, de oficio y reflexión filosófica, condujo a reivindicar el ejercicio del historiador a través de la importancia que le dio a la memoria, esa que decía poseer en pocas cantidades, la misma que suponía así "la memoria fue muy valorada por las grandes culturas, como resistencia ante el devenir del tiempo. No el recuerdo de simples acontecimientos, tampoco esa memoria que sirve para almacenar información en las ahora computadoras: hablo de la necesidad de cuidar y transmitir las primigenias verdades. Lo que escribió sobre el oficio del escritor lo podemos asimilar al de un profesor al pensar que es éste "debe ser testigo insobornable de su tiempo, con coraje para decir la verdad, y levantarse contra todo oficialismo que, enceguecido por sus intereses pierde de vista la sacralidad de la persona humana. Debe prepararse para asumir lo que la etimología de la palabra testigo le advierte, los poderosos lo calificaran de comunista por reclamar justicia para los desvalidos y los hambrientos, los comunistas lo tildaran de reaccionario por exigir libertad y respeto por la persona"

El hecho de pensar en transmitir más que información, de excavar en busca de antiguas verdades lo hizo un joven decidido a luchar en la clandestinidad, por un mundo sin miseria y desamparo. "Una utopía  claro, pero sin utopías ningún hombre puede vivir en una realidad horrible"Desengañado del sistema comunista, de Stalin mismo, a quien tildó de emperador siniestro, dijo además "El gran traidor fue ese hombre monstruoso, ex seminarista, que liquidó a todos los que verdaderamente habían hecho la revolución, hasta alcanzar en el extranjero al propio Trotsky, uno de los mas brillantes y audaces revolucionarios de la primera hora, asesinado en México por los hachazos estalinistas(...)el estatalismo había corrompido los principios que en movimiento pretendía enaltecer" 

Los comunistas del la época fueron también presa de su aguda critica, algunos de ellos, de paseo por el comunismo, se habían convertido finalmente en empresarios de la literatura "Sin embargo, se mantuvieron callados ante las atrocidades cometidas por el régimen soviético, torturas y asesinatos que, como suele suceder se perpetraron en nombre de grandes palabras en honor de la humanidad (...)ellos guardaron silencio cuando pudieron y debieron decir cosas sin temor a disentir, lo que es legitimo en reuniones pero indefendible en hechos que hacen al honor y a los valores por los que muchos, de manera horrenda y despiadada, perdieron su vida.". Perseguido, forajido por sus controversiales ideas políticas puso de manifiesto su atracción hacia la anarquía como posibilidad de organización política, la defendió, la estudió, la promovió, la vivió, y la definió: "Equivocadamente se cree que los anarquistas son espíritus destructivos, hombres con piloto que en su portafolio trasladan una bomba. Desde luego, al igual que en toda empresa,  que lleva la impronta del ser humano, en aquel movimiento se infiltraban delincuentes y pistoleros  pero eso no debe hacernos olvidar esos seres nobles, que ansiaban un mundo mejor, donde el hombre no se convirtiera en ese  lobo despiadado que vaticino Hobbes. (...)Otra falacia frecuente es considerar que estos espíritus rebeldes eran resentidos sociales, ya que han sido anarquistas desde el príncipe Bakunin al conde Tolstoy,  pasando por el poeta Shelley, y el conde de Saint-Simón, Proudhon,  en cierto sentido Nietzsche, el poeta Whitman, Thoureau, Oscar Wilde, Dickens, y en nuestro tiempo sir Herber Read, el arquitecto Lloyd Writh, el poeta T.S. Eliott, Alber Camus, Ibsen, Schueitzer, en buena medida Bernard Shaw, el conde Bertrand Rusel, y años atras Campanella y Tomás Moro."

La posibilidad del autogobierno, la mayoría de edad, le llegó luego de contemplar las barbaries de las formas de autoridad y organización de los Estados y los hombres de la primera mitad del siglo. También al reconocer que no fue santo. Recordó sus contravenciones, ya que de joven llevo a cabo pequeños actos delincuenciales como robar un libro. Así lo confiesa "Durante el día deambulaba por las calles de París  sin llegar a ver hacia que tierras me arrastraría el naufragio. Hasta que una tarde, entré en la librería Gibert, del boulevard Saint-Michel y robé un libro de análisis matemático de Emil Borel y escapé con él escondido en mi sobretodo."

Mientras el robaba libros, la literatura, la pintura, la reflexión filosófica y la acción política robaron su alma, para luchar contra las manifestaciones de injusticia, en su país, en América, en el mundo.  Para denunciar la injusticia, la inequidad . Para dar respuestas metafísicas a misterios dados, para demandar la opresión y la intimidación, sin tomar posición estricta en facciones, sin maniqueísmos, sin bipolaridad, "No hay dictaduras malas y dictaduras buenas, como tampoco hay torturas atroces y torturas beneficiosas".

Ese fue el primer Ernesto Sabato, el de las grandes decisiones. Vale la pena leer completo su ensayo "Antes del Fin", para determinar como llegó a firmar un pacto entre derrotados.


Texto realizado a partir de la lectura: 
SABATO. Ernesto, Antes del Fin. Memorias. Seix Barral ediciones.1998.