miércoles, junio 10, 2009

1929 - 2009. COLOMBIA UNA SOLA CRISIS.

Por: CÉSAR RUIZ

Ya casi cumplimos ochenta años del levantamiento en el Libano (Tolima) de los artesanos que creían que los partidos políticos tradicionales nada podían hacer por sus intereses de clase. Ochenta años han pasado desde que dicho movimiento fue dispersado. En ese entonces el gobierno era precedido por Miguel Abadía Méndez quien asumió el poder en 1926 y con quien llegó a su fin de la hegemonía conservadora instaurada desde la época de Núñez en 1886.
Hablamos de casi un siglo en el cual ha existido siempre la inconformidad por el empleo, por las condiciones laborales y el deterioro permanente de las instituciones democráticas. Ochenta años y más de gobiernos cuyas respuestas a las demandas de la sociedad civil es volverse represivo en unos casos o creador de discursos mentirosos para encubrir sus carencias como administradores del Estado. Lo único que me consuela es que esa hegemonía conservadora llegó a su fin en 1930 y como mensaje tomo que la supremacía de la plutocracia colombiana es susceptible de finalizar.
Es en el año de 1929 que ocurre la caída del mercado de valores de los Estados Unidos, la denominada Gran Crisis, hoy en Colombia sabemos que en el 2009 miles de ciudadanos invirtieron y quebraron con DMG en su afán especulativo de crecer y ganar más, lo increíble es que lo de las pirámides se veía venir desde hace mucho tiempo, pero por haber infiltrado las esferas políticas más notables de nuestro país se dejaron crecer y esquilmar al ignorante pueblo ávido de dinero fácil. El habitante común y corriente de las calles bogotanas, pastusas o caleñas entre otras resultó otra vez mostrando su lado imbécil al olvidar que para tener dinero fácil no bastan buenas intenciones en un país donde Los delfines tienen zonas francas.
Al igual que en la crisis de hace ochenta años todo el mundo endeudado deja de comprar, ahogado por intereses, para salir a vender, no en vano crece la economía informal a pasos agigantados en la medida que disminuyen las plazas de empleo. En ciudades capitales de nuestro país las calles se abarrotan de manillas, hamburguesas de mil, ¿a cómo? a mil pesos, de CD,s y toda la piratería posible. Pienso que la gente tiene que vivir de algo y que no nos vengan con el cuento de los impuestos porque en Colombia los impuestos son para la guerra principalmente y no para la inversión social.

Muchos arruinados, pocos con empleo y el pánico crece como una bola de nieve y ni hablar de las enfermedades que nos rondan porque tendremos que recordar que
en Colombia la gente muere por negligencia de las entidades prestadoras de salud y la omisión del Estado, pero bueno, si ellos se ven afectados solo cambian la constitución para hacerla rezar que el Estado no se hará responsable por el estatismo y mala atención de las EPS patrocinadas por el mismo…

Hace ochenta años cuando llego la crisis, en nuestro país se abandonaron las grandes obras publicas, las que estaban sobre planos y las que estaban por hacerse, servicios básicos que aún hoy hacen falta, claro que de todos modos así no haya crisis las construcciones o no se terminan o se acaban mal por los malos contratos y las extrañas concesiones, esto lo tiene claro Andrés Uriel Gallego con los entuertos en las vías entre Antioquia y chocó, entre otros.
Hace ochenta años los conflictos sociales eran agudos, el agua ya hervía, hoy la olla a presión está a punto de estallar y la verdad algún día ojala pronto suceda.

Para profundizar en el tema del gobierno de Miguel Abadía Méndez es recomendable consultar:
Historia agraria en Colombia, 1926-1930 o El Fin de la hegemonía conservadora.http:/www.villarica.galeon.com

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