viernes, octubre 05, 2007

ALERTA LA NATURALEZA EXIGE CONCIENCIA.

A partir de la segunda guerra mundial se notó el crecimiento y emergencia de la maquinaria militar, política y económica más grande que haya visto la humanidad en lo corrido de su historia, el advenimiento de una fuerza orientada por el capitalismo que desenfrenadamente procura apoderarse de la totalidad de los recursos naturales del planeta para cristalizar sus fines imperialistas. Los Estados Unidos de Norteamérica como concreción de la ideología capitalista y la doctrina neoliberal en el marco de la globalización.
Para que el país del Tio Sam emergiera a su lugar preponderante fué necesario el envío de la bomba atómica en el marco de la segunda guerra mundial, hecho aciago propiciado por la mentalidad fascista de Adolfo Hitler y la pugna por el poder con otros estados intervencionistas e imperialistas europeos como Inglaterra y Gran Bretaña. Alemania partió de la idea de la raza superior para exterminar una cantidad abrumadora de judíos, rusos, gitanos y homosexuales, bajo la creencia de que la raza blanca o Aria era superior, para esto jamás hubo un fundamento científico. Cabe aclarar que las mentalidades sectarias y dominantes siempre tendrán una excusa para empezar una guerra. El mundo vivió en ese momento el clímax de la sectorización observando como emergía la xenofobia y se manifestaba sin mascaras, el odio a personas extranjeras o practicantes de otras formas culturales fue también caldo de cultivo para el desarrollo de la debacle.
El mundo conocido a observado el esplendor y decaimiento de grandes civilizaciones pletóricas de inventos y propuestas de organización política, pero nunca con las dimensiones del imperio de las cincuenta estrellas, hemos pasado por el esplendor chino, babilónico, griego, romano, árabe, cristiano, ingles, francés, español para terminar bajo el dominio político, económico y mental del monstruo norteño. En la actualidad el imperio destroza la cultura y la tradición de un país al occidente de Asia, Irak padece las consecuencias de la ambición política y económica propias de la cultura capitalista, que disfraza sus intereses hablando de democracia. Ataca una cultura distinta que decidió entrar en guerra declarada contra el imperio. Por los canales de televisión se observa también tras el espectro de la guerra como las estructuras sociales de las religiones monoteístas se ha consolidado teniendo como base una cultura machista que subyuga a la mujer dándole papeles secundarios y serviles, esta es una forma clara de discriminación lamentable.

La maquinaria militar es uno de los soportes de sus políticas intervencionistas bajo el sofisma distractor de la democracia, mal entendida y pragmática, que olvida los postulados clásicos que la democracia (demos-cratus) es el gobierno en el que el pueblo ejerce la soberanía, esto claro está es solo un mecanismo distractor para mantener a la humanidad bajo un ideal religioso y paradisíaco pues con el capitalismo se rompen los esquemas que la construyen ya que en su marco se obvian aspectos fundamentales de la sociedad y la dignidad humana como la igualdad y la libertad, un ejemplo claro es la destrucción de Irak y el asesinato paulatino de su población inerme. El dinero es el símbolo pervertido de la modernidad, el opio que mantiene en estado de quietud a los hombres y a las mujeres cuya salida de la postración de culturas machistas intrascendentes es el ingreso al campo laboral y consumista a ultranza. El capitalismo es el virus más letal que conozca la humanidad en el campo sociológico debido a que muta perfectamente y destruye cualquier tipo de relación ya sea afectiva, religiosa o política. En Colombia por ejemplo los recursos naturales se han ido agotando paulatinamente a causa de la guerra y el capitalismo, las regiones naturales pierden sus recursos renovables y no renovables, se construyen grandes ciudades que son foco constante de contaminación, los ríos se envenenan, los mares se contaminan con una estela de muerte y desolación, bosques talados, tierras erosionadas, especies extinguidas o en vías de extinción, final de los grupos indígenas, reducción de la flora y exterminio de los ecosistemas.

1 comentario:

Juan Carlos Parada Bernal dijo...

Definitivamente me asombra cada vez más el conocer a Cesar Ruíz y su capacidad de describir el mundo, los pensamientos, sensaciones y hasta opiniones en una prosa entendible, amena y directa en donde se puede encontrar una crítica reflexiva que no sucumbe en el juego del grito desgarrado de quienes sufrimos las mismas penalidades de un mundo en conmosión.Gracias a Cesar por mostrarnos una realidad en la que no solamente podemos revolcarnos y sufrir sino también dar rienda suelta a la imaginación y como él mismo dice "La única forma de cambiar la situación es no dejar de pensar", por eso, porque no también trabajar por la construcción de mundos posibles desde el imaginario literario donde además ha empezado el oficio de escudriñar y tejer los signos lingüísticos con la particularidad que lo caracteriza -Soñador con los pies en la Tierra-